Barcelona está iniciando la elaboración del Plan Estratégico Metropolitano perspectiva año 2030. En un momento de gran desconcierto agravado por los profundos cambios que llevará el Covid19, es momento muy oportuno para definir objetivos y planes de actuación que orienten las actuaciones a realizar.
En 1988, se creó la Asociación Plan Estratégico Barcelona 2000, presidida por el alcalde de Barcelona Pasqual Maragall. El ámbito de actuación era la ciudad. En el año 2000 el ámbito del Plan se amplió en la Barcelona metropolitana de tres millones de habitantes. El plan actual de la Región Metropolitana engloba cinco millones.
Habrá un antes y un después del Covid19. Las ciudades tienen que pensar como los afectará y repensar cómo debe ser su futuro.
Una cuestión delicada es la relación del Plan Estratégico con la Generalitat. El Plan Barcelona 2030, para un territorio de 5 millones de habitantes, supone los dos tercios de la población de Cataluña. Muchas de las propuestas que se hagan, deberán contar con la colaboración de la Generalitat. En la época de Pasqual Maragall, la Generalitat de Jordi Pujol, quiso ver el Plan Estratégico como un contrapoder y las propuestas no siempre eran bien acogidas. Convendría definir de entrada como se coordinará el Plan con la Generalitat.
Habrá un antes y un después del Covid19. Las ciudades tienen que pensar como los afectará y repensar cómo debe ser su futuro. En el nuevo entorno las macrociudades o regiones metropolitanas para poder progresar deben ser atractivas e innovadoras para captar inversiones y talento. La dimensión demográfica es un factor junto con ser una sociedad abierta, innovadora, de economía dinámica, educación y universidades de prestigio, buenas infraestructuras físicas y digitales, elevado nivel cultural, cohesión social y respeto al medio ambiente. En definitiva, un lugar agradable para vivir, bien comunicado, que ofrece oportunidades de progreso económico y cultural.
Una de las visiones a largo plazo de Pascual Maragall era crear el sur de Europa una macrorregión entorno de Barcelona de 15 millones de habitantes. Se basaba en una estrecha colaboración económica y cultural con Valencia, las Islas Baleares, Aragón y la Occitania, En este territorio, ahora habitan 20 millones de habitantes. No es una idea a olvidar. Las ciudades necesitan relacionarse en red, pero también deben tener núcleos y hinterland con un tejido de complicidades, colaboración económica, empresarial y cultural que crea riqueza y puestos de trabajo. La relación debe estar totalmente al margen la política. El Plan Barcelona 2030 debería convertirse a medio y largo plazo esta idea en una realidad. Permitiría competir mucho mejor con otras importantes áreas económicas.
Barcelona en el nuevo mundo que se está dibujando hay que tener una presencia activa e innovadora, destacando por ser líder en innovación, progreso económico, dinamismo, cohesión social y calidad de vida y que miró el futuro con ilusión y confianza.
Francesc Raventós
Ex decano del Colegio de Economistas de Cataluña
Miembro del Patronato de Acció Solidària Contra l’Atur
Artículo publicado el 26 de julio de 2020 en La Vanguardia.