La fundación Acció Solidària Contra l’Atur se suma de manera activa a participar en los actos que ha organizado la Plataforma pel Treball Decent y de la que forman parte los días 6 y 7 de Octubre:
Para el acto del día 06/10 el aforo es limitado y se ha de hacer reserva previa. Se puede seguir en directo por streaming.
La Jornada Mundial por el Trabajo Decente está promovida por todo el mundo cada 7 de octubre por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y por la Confederación Sindical Internacional (CSI). Este año viene enmarcada por el drama de la pandemia del coronavirus y por sus dramáticas consecuencias en el mundo del trabajo. Si antes ya había muchas personas en riesgo de perder su puesto de trabajo o en condiciones muy precarias, ahora son muchas más las afectadas, sobre todo las que hacen los trabajos menos cualificados.
A la hora de buscar una salida a la situación, como entidades de Iglesia, ponemos en el centro de nuestras preocupaciones las personas y las familias. En el mundo hay suficientes recursos para que todos puedan vivir dignamente, la cuestión es cómo se reparten para que todos puedan vivir y llegar a fin de mes en condiciones dignas.
La globalización y el desarrollo tecnológico ya habían abierto un intenso debate sobre el futuro del trabajo y sobre si la creación de nuevos puestos de trabajo compensaría la previsible destrucción de muchos de los actuales. Ahora con las consecuencias de la pandemia se abren aún más interrogantes. Con todo, desde ETD queremos seguir apostando por la solidaridad y la fraternidad como criterios básicos en las relaciones sociales e institucionales. Por eso creemos que:
- Hay que recuperar y educar el sentido del bien común en nuestra sociedad y reivindicar el papel de la política, ejercida con honestidad y transparencia, para poder revitalizar un nuevo contrato social. Hay que buscar el bien común con consenso.
- La crisis económica que lleva la pandemia se ha de afrontar evitando que los costes recaigan, como siempre, sobre los más débiles. El capital debe asumir la parte principal evitando reducciones de sueldos o recortes de gasto social.
- La economía productiva debe crear más trabajo decente y sostenible, se repartirá mejor el trabajo que hay, reduciendo la jornada laboral. A la hora hay que invertir más en formación para capacitar y reciclar profesionalmente las personas.
- El cuidado de las personas dependientes reclama más atención: hay que destinar más recursos, personales y materiales, siendo una fuente de empleo.
- Hay que avanzar hacia un sueldo mínimo de 1.166 € / mes (60% del sueldo medio) y facilitar la conciliación laboral. Igualmente, habría que potenciar la economía social.
- La pandemia hace urgente una regularización de los “sin papeles” vía extraordinaria que les haga posible un trabajo decente. También hay que dar respuestas humanas a los jóvenes ex tutelados que, a partir de los 18 años, quedan en la calle y desprotegidos.
Aunque el objetivo de esta jornada es conseguir que todos puedan tener un trabajo digno y decente, en el día a día hay que dar respuesta a tanta gente en nuestro país que sufre por falta de trabajo o que se ve obligada a hacer trabajos precarias. Son necesarias nuevas políticas activas, personalizadas y dinámicas contra el paro. Y si nos felicitamos por la puesta en marcha de la nueva ley de Ingreso Mínimo Vital, creemos que hay que simplificar los mecanismos de acceso, coordinar mejor las ayudas estatal y autonómicos, y urgir las resoluciones y los mecanismos, para que las ayudas lleguen al momento en que se necesitan. Hay también un acompañamiento de servicios de apoyo que puedan aconsejar y guiar a las personas afectadas.
Afirmamos, con el Papa Francisco, que “la esperanza nos invita a reconocer que siempre hay una salida, que siempre podemos reorientar el rumbo, que siempre podemos hacer algo para resolver los problemas” (LS 61).