De cara al Nuevo Año, quería hacer un artículo optimista. No es fácil. Permanentemente estamos bombardeados por hechos negativos: guerras, crisis, desigualdad, corrupción, miserias sociales, riesgo de armas nucleares o desastres ecológicos. Tantas malas noticias y tragedias humanas que afectan tanta gente, no permite ser optimistas y  acaban impregnándonos a todos de pesimismo y de derrotismo.

Pero si bien es cierto que la maldad existe, tendamos a olvidar que la bondad también. Y es bueno que constatemos que hay muchas cosas que van bien y no son noticia. Un ejemplo, los ciudadanos de la Unión Europea hace 75 años que viven en paz y han dejado de matarse. Parece sencillo pero no lo ha sido. En Cataluña, gracias a la vocación de sus profesionales y a pesar de que los recortes tenemos un buen sistema sanitario y educativo. La medicina está haciendo adelantos prodigiosos. La esperanza de vida se va alargando y la calidad de vida también. Las nuevas tecnologías hacen milagros. El conocimiento, la información, la facilidad de viajar y la comunicación personal han llegado a cotas insospechadas.

En el ámbito mundial el crecimiento económico ha permitido que muchas personas, desgraciadamente no todas, hayan dejado de pasar hambre y mejorado su nutrición gracias a los adelantos en  el sistema alimentario. La mortalidad infantil ha disminuido, y son muchos los que han aprendido a leer y a escribir o a mejorar la educación. Tecnologías como Internet facilitan la vida y crean riqueza. También, para muchos, la calidad y la expectativa de vida ha mejorado.

La UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, ha establecido por el periodo 2015-2030, 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que pretenden erradicar la pobreza, mejorar el crecimiento económico, reducir la desigualdad, aumentar el bienestar, proteger el planeta y garantizar la paz. Estos programas  hacen renacer la esperanza que se irá avanzando

Ante tantas guerras o crímenes contra la humanidad, hace falta que valoramos también, que aparecen organizaciones como la Cruz Roja que palia desastres humanos, ACNUR que da ayuda a los refugiados, una ONG que nos es muy próxima, PROACTIVA OPEN ARMS, que salva los inmigrantes náufragos de morir ahogados en el Mediterráneo, o fundaciones como la de Bill Gates para evitar la poliomielitis en la África. Y como ellos, miles y miles de ONG’s y fundaciones, y millones de voluntarios con sensibilidad sociales y medioambiental, que generosamente se preocupan por los demás.

Ya sé que las miserias humanas causan más impacto emocional y tienen mayor difusión que los casos de bondad. Por eso, que tenemos que valorar que no todo son desastres, sino que también cada día hay millones de gestos de bondad y generosidad y hechos positivos que permiten mantener la esperanza y un cierto optimismo, que conseguiremos tener un planeta más justo y sostenible. Confiamos que el 2020 se hagan pasos en esta dirección.

Francesc Raventós
Ex decano del Colegio de Economistas de Cataluña
Miembro del Patronato de Acció Solidària Contra l’Atur

Article publicat a La Vanguardia el 21/12/2019